Nada como la emoción de una partida, nada como la emoción de una llegada....
Correr es un acto natural que por años ha captado la atención de millones de personas alrededor del mundo. Como deporte permite una muy pequeña inversión e inclusive hay localidades en que sus adeptos no ven obstáculo en correr descalzos por falta de recursos para comprarse un zapato deportivo adecuado. Las bondades, cuando se practica con control y planificación, son reconocidas por los más diversos sectores de la sociedad y la empresa privada, cosa nada despreciable, ha sabido explotarlo con la gerencia y proyección de eventos que mueven en una sola jornada a miles de corredores y paralizan ciudades enteras por el afán de realizar, participar y proyectar carreras de los más diversas distancias y maratones que llevan el cuerpo y la mente del competidor al esfuerzo extremo.
Corre, que bueno es correr!! Los mismos corredores de oficio poseen sus protocolos y hábitos específicos para los "iniciados". Actividad de muchos en busca de experiencia, física y mental que conforma retos constantes, amistades y lleva al corredor determinado y comprometido a descubrir el gran laberinto de sus capacidades mentales, emocionales y física.
Nada como la emoción de una partida, nada como la emoción de una llegada....
Darwin Rojas sensei corre como un acto renovador que lo comunica con su instinto primario de libertad. Corre en el exquisito duelo entre el mismo, corriendo, uno, dos o más kilómetros en lo que el cree es una cuota de vida plena y acto de libertad.