“No hay cultura, sin cultura musical”, a lo largo que avanzo me doy cuenta y examino que más puedo agregarle y sin duda, no hay cultura sin el estudio o por lo menos el conocimiento de los valores de un arte marcial.
Desde que tengo consciencia crítica he pensado que a medida que se transita el camino de la vida, uno debe tener una disposición abierta al conocimiento nuevo, un sentido de rectitud y de lo correcto y hacer lo que sea que uno haga con pasión.
A mi parecer esto se lograba a través de una armonía entre el aspecto académico formal, una buena salud y el desarrollo de por lo menos un arte. Porque un humano sin arte simplemente no puede llamarse humano.
En mi experiencia cuando uno estudia algo que lo apasiona, uno encuentra en ese estudio y en esas experiencias las herramientas necesarias para desenvolverse con clase, como el respeto por los demás, por lo correcto, por lo ideal, el deseo de hacer por el ejemplo un maestro para aquellos (y todos somos parte de estos en algún momento) que por una razón u otra se alejan de ese camino.
A lo largo de nuestra vida nos encontramos con gente que nos ilumina con su convicción, pasión, personalidad y actitud y de ellos uno recoge lo considere prudente.
Para mi conocer al profesor Emil Friedman fue la semilla de este pensamiento, compartir la pasión por la música me enseño a tener disciplina, una mente abierta ,buscar siempre un espíritu mas limpio y siempre estar dispuesto a ser mejor.
Es un honor haber compartido con el sensei Darwin Rojas estas clases y haber comprendido la importancia de un arte marcial y tener el gusto de impresionarme entre las similitudes de ambos conceptos; el karate-do shotokan como arte marcial y los manejados por la música: el nivel de compromiso, las respuestas medidas, la ejemplaridad , el respeto y la disciplina son las que me vienen a la mente en este momento.
El Profesor Friedman hizo su colegio y su enseñanza con esta frase:
“No hay cultura, sin cultura musical”. A lo largo que avanzo me doy cuenta y examino que mas puedo agregarle y sin duda, no hay cultura sin el estudio o por lo menos el conocimiento de los valores, de un arte marcial.
La vida apasionada es la única vida, OSS!!!!!
La vida apasionada es la única vida, OSS!!!!!
Javier Rodríguez
Universidad Metropolitana.