CULTIVANDO LA PERCEPCIÓN DE NUESTROS ALUMNOS
Más allá de la técnica surge la increíble sensación de llevar la atención fuera del cuerpo, a una zona con otra textura, color y especial belleza.
El Bambú en manos de nuestros niños se transmutó en una aventura de nuevos rangos de movimientos, nuevos espacios de percepción y el acto innato de sentirse seguro con un elemento más fuerte que el mismo cuerpo.
Un entrenamiento ansioso de percibir una nueva realidad, donde el elemento externo al cuerpo canaliza la concentración y permite sacar al niño de la atracción tecnológica, presentándole otra manera de encontrar emoción y felicidad.