NO DARSE POR VENCIDO

NO DARSE POR VENCIDO
" SIEMPRE HAY QUE ESCOGER EL CAMINO CON CORAZON , LO CONTRARIO ES VIVIR EN EL ENGAÑO ¨

sábado, 5 de diciembre de 2015

EN LA CAÍDA

“ Después de la sangre
  sólo hay vencidos. ”


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 Por Darwin Rojas


En la perdición se encuentra el hombre consigo mismo. El homo sapiens, por más que lo intente no es amigo de la calma ni de costas cercanas. En la primera fogata urdió sus conquistas y heridas. Huyó del destino sumiso, prefirió ignotas tormentas y el ocaso con y sin dioses.
En la cima de lo terrible el hombre riega su luz creadora, pervertido por su afán de hazañas se ilumina de cielo y convoca al tormento del infierno. Su coraza dual lo exime del abrazo de los dioses, solo, en las tierras del héroe, perdido de delirio de grandeza, intuye que la vida es mucho más que rayas de tigre. Los episodios de la baraja le inculcan que él es dueño de su destino.
De lucha en lucha, llega a las artes marciales, el hábito lo ordena,  le templa sus miedos y el prejuicio. Lo libera del guion  de la importancia personal, lo sacude desde sus soles y tinieblas. En la caída absoluta se recuerda hombre, la sílaba perfecta surge desde su víscera primordial, el grito sagrado del guerrero lo lleva más allá de las victorias y derrotas. La lucha ritual lo convoca a las fuerzas del entorno, al misterio de lo desconocido, al vigor pleno de sentirse responsable de cada técnica, de cada acto. Las artes marciales, a sabiendas, no le niegan del todo el olor de la lucha y la sangre; sin barrotes le exige un perímetro, lo excluye de una vida miserable sumida en el odio y la descalificación, le abre las puertas a su laberinto emocional, a que frente al minotauro no tiemble dispuesto a lo correcto, al mensaje de su corazón.

Nos son buenos tiempos para la paz, ni ésta llega por arte de gracia. Fácil es sucumbir a la emoción y gritos del campo de batalla. Estamos solos. Las artes marciales no tienen todas las  respuestas.